Entrevista Oliviero Toscani

El Pais

6 Luglio, 2022

CHANEL, FIORUCCI, VALENTINO, Esprit, Jesus, Prenatal. Benetton, claro. También Toyota y Artemide. Hasta los ministerios de Trabajo y Seguridad Social italianos. Es echar cuentas de la cantidad de campañas publici-tarias tramadas y fotografiadas como bombas socioculturales por Oliviero Toscani (Milán, 80 años) y comprender hasta qué punto tiene que ser cosa suya esa forma de comunicar marca desde hace al menos tres décadas. Hijo de Fedele Toscani, el que fuera primer fotorreportero del Corriere della Sera; formado para la fo-tografía y el diseño en la Universidad de Arte de Zúrich, lleva medio siglo con la cámara en ristre, observando y retratando la naturaleza humana para berrinche (continua-do) de quienes no son capaces de pensar por sí mismos o han preferido dejar de hacerlo, dice. Activista político a su manera, en 1991 fundó Colon, aquella “revista sobre el resto del mundo” con la que expandió el entonces insólito ideario multicultural que practicó como director artístico del grupo Benetton entre 1982 y 2000. Su radio de acción creativo alcanza libros, televisión, programas educativos universitarios y múltiples exposiciones, como la que se puede ver este fin de semana en el Kappa FuturFestival de Turín. Allí, en una atmósfera de raye techno, muestra los últimos retratos — una serie realizada durante la edición de 2019 del festival a la que pertenecen las imágenes que acompañan esta entrevista — de su proyecto Raza huma-na, alarde del estudio fotográfico antropológico que inició en 2007. “Después de todo este tiempo, fotografiar a la gente me ha ayudado a entender el mundo”, concede vía Zoom desde su estudio en la Toscana. Para honrar la diversidad lingüística, pide, la conversación se desarrolla en ita-liano, y un poco de español cuando el periodista no llega.

La serie de Raza humana que expone ahora la fotografió en 2019. Dicen que tras estos dos añqs de pandemia hemos cambiado, que el mundo es otro.
“Las redes sociales son un campo de concentración, donde la gente entra por voluntad propia para que le laven el cerebro”

¿Es posible que el suyo sea el retrato de una sociedad que ya no existe?
El ser humano en sí mismo es testimonoo de su tiempo: No hay nadie como tú, eres único, circunstancias, tus experiencias, tu cultura. Estos son rostros de la juventud actual. Los nuevos jovenes. Siento mucha curiosidad por ver lo que va a suceder, que van a jacer como sociedad partire dal momento. Ese ha sido siempre mi trabajo: dar testimonio de mi tiempo.

¿Por qué quiso retratar a los asistentes de un acontecimiento tan específico como el Kappa FuturFestival, una de las grandes citas europeas de la música electrónica de baile? ¿Qué esperaba encontrar?
Una cierta humanidad. Allí se concentra una selección muy especial de gente, sobre todo jóvenes que tienen sus propios códigos. Son distintas colectividades, diferentes tribus. Y solo la tribu prevalece por el sentimiento de pertenencia que genera.